miércoles, 25 de abril de 2012

TRES TRUCOS PARA COMBATIR LA CASPA


La caspa es un problema común en mujeres y hombres, producido por una alteración de las células de la piel del cuero cabelludo. 
En algunos casos es de fácil eliminación, mientras que en otros persiste, con ciclos en los que se hace más intensa.
Con algunos remedios caseros es posible erradicarla o al menos atenuarla.
  1. Coloque una cucharada de vinagre en un litro de agua y enjuague el pelo después de lavar el cabello como de costumbre.  También es muy útil hacerlo con bicarbonato.  Con estos dos tipos de enjuagues, el pelo tendrá un aspecto más limpio y brillante.
  2. La caspa también puede desaparecer con una loción de romero y tomillo.  Prepárela haciendo hervir una cucharada de romero en medio litro de agua, retire del fuego y agregue 1 cucharada de tomillo.  Cuele y aplique frío en el pelo seco, sin enjuagar.
  3. Otra receta casera es aplicar sobre el cuello cabelludo el jugo de tres manzanas diluido en un poco de agua.  Hágalo diez minutos antes de lavar el pelo, de manera que el líquido penetre en el casco.  Después puedes lavar el pelo normalmente.

EL PODER DEL AGUA DE HIERBAS





Para que el agua o infusión de hierbas cumpla su objetivo de aliviar alguna molestia estomacal, especialmente después del almuerzo o la cena, ponga las hierbas escogidas sobre un pequeño colador encima de la taza.  Agregue el agua directamente sobre las hojas y luego deje reposar de 5 a 10 minutos.  Tape la taza para que no se evaporen sus propiedades.
Si las toma dulces, agregue miel en vez de azúcar.

BROCOLI....¡UN SÚPER ALIMENTO!




Nutritivo y Saludable: Este vegetal tiene un gran poder antioxidante debido a su alto contenido de vitamina A, C Y D, ácido fólico y betacaroteno, lo que le ha valido ser considerado como un alimento fundamental e una dieta saludable, que debe consumirse al menos una vez por semana.  Asimismo, contiene minerales como potasio y hierro, que favorece el adecuado funcionamiento del sistema nervioso y muscular.

Crudo o Cocido ¡delicioso!:  Antes de consumirlo, lávelo con el chorro de agua de la llave, sin dejarlo remojar para que no pierda sus nutrientes.  Puede comerlo crudo o previamente hervido, pero no más de 5 minutos, para evitar que pierda sus propiedades y vitaminas. 
Una buena alternativa es ponerlo en una fuente con agua hervida y caliente, por el mismo lapso de tiempo.  Adquiere muy buen sabor si se condimenta con ajo, orégano o limón.

Siempre seco y refrigerado:  Si lo compra y no lo consume inmediatamente, guárdelo en el recipiente de verduras del refrigerador, en una bolsa plástica.  Antes, asegúrese que esté bien seco, para que mantenga su consistencia y color, ya que la humedad lo pone blando y amarillento.

CHOCOLATE...¡TODOS LOS DÍAS!





Gracias a los flavonoides que contiene actúa como antioxidante (previniendo que le colesterol LDL tape las arterias) y debido a su acción sobre las hormonas del ánimo (serotonina y endorfina), el chocolate ha sido declarado amigo de las personas en dieta.

Claro que con al menos dos restricciones.  La primera es que la variedad que puede consumirse diariamente es el chocolate negro, que tiene entre un 60% y 70% de cacao; y la segunda, es que su ingesta no debe superar los 20 g diarios, es decir, 2 a 3 cuadrados pequeños.

LA ENERGÍA DEL SILENCIO




Además de proporcionarnos paz, cultivar el silencio nos permite controlar los sentimientos de rabia, frustración e inquietud.

Al mismo tiempo desarrolla la fuerza de voluntad, aumenta la concentración y hace posible recuperar la energía cuando estamos exhaustos.

¿Cómo lograrlo?

Busque un lugar en el que pueda estar solo, sin interrupciones.  Organícese para reservar un espacio de tiempo diario, donde no sea requerido por nada ni nadie.

Estando de pie, muy derecho, quédese en silencio y concéntrese en la quietud de su cuerpo.  Después de unos minutos verá cómo empieza a producir energía, naturalmente, sólo con su fuerza interior.

Para que este ejercicio sea provechoso, evite recordar, calcular o proyectar ideas.  Sólo esfuércese por estar sereno.

Cultivar el silencio también permite acelerar el proceso de recuperación de una persona enferma, porque así el organismo vuelve a energizarse.




sábado, 14 de abril de 2012

CÓMO DOMINAR UNA PIEL GRASA


La piel está recubierta por una película protectora que se llama manto hidrolipídico. Éste suele ser graso pero en algunas ocasiones se ve alterado y encontramos un exceso de grasa, dando lugar a una piel de aspecto oleoso, brillante, de un tono grisáceo, y poros abiertos.

La piel grasa tiene algunas características especiales. En ella la epidermis -la capa más externa de la piel- presenta un estrato corneo con un aumento de espesor. Además, se caracteriza por estar formada de unidades pilosebáceas dilatadas, es decir, poros notoriamente abiertos, los que favorecen el aumento de la secreción de sebo y sudor.

Es importante notar que la piel no se vuelve grasa o seca, sino que se nace con ella. Tal como genéticamente se determina nuestro color de ojos y si somos rubios o morenos, de la misma manera la información sobre nuestro tipo de piel también viene codificada en nuestro ADN.

No obstante lo anterior, no hay que menospreciar la influencia de las hormonas. La piel grasa aparece en la adolescencia, nos acompaña el resto de la vida y en el caso de las mujeres disminuye con la menopausia.

Limpieza, Hidratación y Alimentación

El cuidado básico de una piel con las características antes descritas empieza por la limpieza, que se debe realizar por lo menos 2 veces al día: en la mañana y en la noche. En la rutina de limpieza la recomendación es usar primero un gel o jabón especialmente indicado para piel grasa y luego aplicar un tónico astringente que ayuda a remover las impurezas que aún no se han eliminado, además de tonificar y refrescar el rostro.

Si el cutis no tiene problemas graves de acné, entonces es recomendable hacer una exfoliación una o dos veces por semana.

Luego viene la hidratación, para esto hay que elegir productos ligeros en forma de gel o crema libre de grasas (oil free), preferentemente a base de vitamina A, C y E, con extractos vegetales, como el aloe vera.

Por último, no hay que olvidar que somos lo que comemos. Por lo tanto, una alimentación sana, rica en frutas y verduras también ayudará a mantener a raya las características asociadas a la piel grasa. Otra recomendación que nunca falla, independiente de qué tipo de piel se tenga, es el beber al menos dos litros de agua al día, una costumbre positiva para el organismo en general, pero que además ayudará a mantener la piel hidratada de adentro hacia afuera.