¿Acaso no todo el
mundo se deprime alguna vez?
La palabra
"depresión" se emplea para denotar un amplio margen de estados
mentales.
Por un lado,
existen las desilusiones, pesares y ansiedades depresivas que casi todo el
mundo conoce, y también existe la tristeza de los domingos por la tarde, cuando
termina el descanso y vienen a la mente las obligaciones de la semana
siguiente.
Por otro lado,
existe la llamada depresión clínica, desgarradora desesperanza que se prolonga
semana tras semana y que constituye una grave alteración. La diferencia entre ambas (depresión leve y
ocasional y depresión clínica) es enorme, pero en realidad sólo estriba en su
intensidad y duración.
Los médicos
diagnostican depresión clínica cuando la persona sufre durante más de dos
semanas la mayor parte de un grupo de síntomas entre los que figuran desesperanza,
crisis de llanto, letargo, odio a sí mismo, agotamiento, hipocondría y, en
casos extremos delirios y alucinaciones.
La voluntad se paraliza, lo cual hace que la persona sea incapaz de
funcionar en casa o en el trabajo y, a veces, que ni siquiera se levante de la
cama.
Quienes sufren de depresión
clínica suelen no ver término a su mal, ni esperanza de felicidad para el
futuro.
¿Puede la
depresión causar enfermedades físicas?
Además de minar
la energía y de trastornar el sueño y el apetito, la depresión grave puede
causar achaques y dolores y hacer que la persona sea más propensa a infecciones
y enfermedades.
Sin embargo, si
aparecen síntomas físicos, nunca hay que dar por seguro que la depresión sea su
único motivo, pues podría tratarse de alguna alteración cardíaca, tiroidea,
diabética, alimentaria o cancerológica, por ejemplo, y el atribuirlo a la
depresión retrasaría la atención medica necesaria en tales casos.
¿ Por qué surge
la depresión?
La muerte de un
familiar, la pérdida del trabajo e incluso mudarse de ciudad pueden acarrear
desdicha, pesar y preocupación: en estos casos la depresión se denomina
reactiva por que se debe a causas externas.
Las depresiones
reactivas son bastante comunes y, hasta cierto punto, saludables porque ayudan
a asimilar la pena, la mayoría de los médicos las consideran como una respuesta
normal a ciertos sucesos.
En cambio, las
depresiones endógenas (debidas a causas internas, ya sean bioquímicas o
genéticas) hacen que, sin motivo aparente, la persona perfectamente sana hasta
ese momento, caiga en la desesperanza. No
obstante, hay que advertir que no siempre es fácil distinguir entre ambos tipos
de depresión.
¿Qué diferencia
hay entre la depresión aguda y la crónica?
Si la depresión
dura pocas semanas y es reversible, los médicos la consideran aguda, y si dura
más y no mejora con el tratamiento, consideran que es crónica. Pero esta manera de distinguirlas es
imprecisa por que las depresiones agudas graves suelen ser cíclicas; aparecen y
desaparecen periódicamente, a intervalos de semanas, meses o años.
Según cierto
estudio, 85% de los enfermos tratados por depresión clínica sufren recaídas;
según otro estudio, los enfermos de depresión cíclica pasan hasta una quinta
parte de su vida en instituciones especializadas y un 20% quedan crónicamente
incapacitados.
¿Qué síntomas
anuncian la depresión clínica grave?
Uno de los principales
síntomas es la irregularidad de los hábitos de sueño (pero, naturalmente, esto
no siempre indica el inicio de una depresión).
Otros síntomas son una irritabilidad penetrante, pérdida del apetito y
del deseo sexual, fatiga constante y exageración acerca de pequeñas
contrariedades, o bien una combinación de lo anterior.
Quienes padecen
los inicios de una depresión profunda pueden dar una impresión de normalidad, y
por eso sus amigos piensan que se trata sólo de una excesiva susceptibilidad y
opinan que "Hay que hacerse fuertes" o "No hay que exagerar las
cosas", lo cual es como decirle a un enfermo del corazón o de cáncer; "¡Alíviate,
hombre!"
Algunas depresiones graves
se resuelven por sí solas, pero si persisten es indispensable consultar a un
médico.
¿Se relacionan la
química cerebral y la depresión?
Aunque muchas
personas gravemente deprimidas creen que su estado es culpa suya y que se debe
a fallas del carácter o a errores del comportamiento, cada vez existen más
pruebas de que podría deberse a otras razones.
Por ejemplo, los neurotransmisores (como la depamina, la norepinefrina y
la serotonina), sustancias que actúan como mensajeros químicos de las neuronas
cerebrales, no funcionan plenamente en los deprimidos graves.
¿Que es la
depresión estacional?
Muchas personas, especialmente
en regiones donde el invierno es muy marcado, ansían ver de nuevo los brotes de
la primavera; pero en algunas la melancolía invernal se convierte en una depresión
profunda que no cede sino hasta que el Sol vuelve a brillar con fuerza y los días
vuelven a ser más largos. Esta es la
depresión estacional.
A principios de
la década de 1980 los investigadores descubrieron que la Melatonina (hormona
segregada por la glándula pineal del cerebro) interviene en ese trastorno
afectivo; cuanta menos luz diurna haya, mayor será el nivel de melatonina en la
sangre, y es posible que la depresión estacional se deba a ese aumento. Lo que aún no se ha dilucidado es por qué
provoca depresión en una personas y no en otras.
A quienes sufren
depresiones estacionales puede ayudarles el trasladarse a regiones donde el Sol
brilla en invierno, y a quienes no pueden o no quieren hacer lo anterior, les
convendría sentarse todos los días durante unas cuantas horas debajo de una luz
artificial (del tipo que se utiliza para estimular el crecimiento de las
plantas).
Dra. Jean Marcelle.
Psicoterapeuta
Centro de Especialidades Medicina Complementaria
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Ricardo Bitran 853 - La Serena
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