Nutritivo
y Saludable: Este
vegetal tiene un gran poder antioxidante debido a su alto contenido de vitamina
A, C Y D, ácido fólico y betacaroteno, lo que le ha valido ser considerado como
un alimento fundamental e una dieta saludable, que debe consumirse al menos una
vez por semana. Asimismo, contiene
minerales como potasio y hierro, que favorece el adecuado funcionamiento del
sistema nervioso y muscular.
Crudo
o Cocido ¡delicioso!: Antes de consumirlo, lávelo con el
chorro de agua de la llave, sin dejarlo remojar para que no pierda sus
nutrientes. Puede comerlo crudo o
previamente hervido, pero no más de 5 minutos, para evitar que pierda sus
propiedades y vitaminas.
Una buena alternativa es ponerlo en
una fuente con agua hervida y caliente, por el mismo lapso de tiempo. Adquiere muy buen sabor si se condimenta con
ajo, orégano o limón.
Siempre
seco y refrigerado: Si lo compra y no lo consume
inmediatamente, guárdelo en el recipiente de verduras del refrigerador, en una
bolsa plástica. Antes, asegúrese que
esté bien seco, para que mantenga su consistencia y color, ya que la humedad lo
pone blando y amarillento.
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