La piel está recubierta por una película protectora que se llama manto hidrolipídico. Éste suele ser graso pero en algunas ocasiones se ve alterado y encontramos un exceso de grasa, dando lugar a una piel de aspecto oleoso, brillante, de un tono grisáceo, y poros abiertos.
La piel grasa tiene algunas características especiales. En ella la epidermis -la capa más externa de la piel- presenta un estrato corneo con un aumento de espesor. Además, se caracteriza por estar formada de unidades pilosebáceas dilatadas, es decir, poros notoriamente abiertos, los que favorecen el aumento de la secreción de sebo y sudor.
Es importante notar que la piel no se vuelve grasa o seca, sino que se nace con ella. Tal como genéticamente se determina nuestro color de ojos y si somos rubios o morenos, de la misma manera la información sobre nuestro tipo de piel también viene codificada en nuestro ADN.
No obstante lo anterior, no hay que menospreciar la influencia de las hormonas. La piel grasa aparece en la adolescencia, nos acompaña el resto de la vida y en el caso de las mujeres disminuye con la menopausia.
Limpieza, Hidratación y Alimentación
El cuidado básico de una piel con las características antes descritas empieza por la limpieza, que se debe realizar por lo menos 2 veces al día: en la mañana y en la noche. En la rutina de limpieza la recomendación es usar primero un gel o jabón especialmente indicado para piel grasa y luego aplicar un tónico astringente que ayuda a remover las impurezas que aún no se han eliminado, además de tonificar y refrescar el rostro.
Si el cutis no tiene problemas graves de acné, entonces es recomendable hacer una exfoliación una o dos veces por semana.
Luego viene la hidratación, para esto hay que elegir productos ligeros en forma de gel o crema libre de grasas (oil free), preferentemente a base de vitamina A, C y E, con extractos vegetales, como el aloe vera.
Por último, no hay que olvidar que somos lo que comemos. Por lo tanto, una alimentación sana, rica en frutas y verduras también ayudará a mantener a raya las características asociadas a la piel grasa. Otra recomendación que nunca falla, independiente de qué tipo de piel se tenga, es el beber al menos dos litros de agua al día, una costumbre positiva para el organismo en general, pero que además ayudará a mantener la piel hidratada de adentro hacia afuera.
2 comentarios:
Muchas gracias por el datito...lo pondré en práctica y le contaré a Neve, que estoy segura le servirá...
Hola y felicitaciones querida amiga Jeanne Marcelle,muy buena tu nota...Por mi parte mi piel es super oleosa y realizo un tratamiento desde los 12 años.Tu blog esta magistral, disculpa que no haya ido de inmediato a visitar tu blog.
Que sigas siempre tan linda y éxitosa.
Abrazos y besos
Raquel Luisa Teeppich
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